Es un solo improvisación en BLANCO ejecutado en un linoleo blanco y estimulado por los sonidos provocados por el espectador y por el lugar en donde se presente, dando paso a una composición sonora captada y detonada en vivo e interpretada fisicamente por Citlali Méndez.
Un lienzo en blanco… Lo imperceptible se desborda y lo agitado se ensordece. Al final, el ruido que mancha el silencio, son las palabras no
expresadas. Cerrar los ojos y escuchar con las pieles el sonido que los oídos miran. Mirar hacia dentro y confiar en el camino, la oscuridad también lleva a la luz.