El relato de una larga peregrinación fue conservado por los mexicas como parte de su tradición y origen. Así fundaron la gran Tenochtitlan, guiados por su dios Huitzilopochtli quien les dijo que partieran de Aztlán hacia otras tierras ordenando que fundaran la ciudad donde estuviera «un águila parada sobre un nopal. Siguiendo este designio, los mexicas deambularon por varios lugares, siempre en busca de la señal.
En esta propuesta escénica, se narra esta peregrinación de un pueblo que fue sometido a varias pruebas recreadas por medio de danzas tipo conchero, música con instrumentos prehispánicos y elementos ceremoniales en donde se usan resinas naturales como el copal.
